- Autoridades de Los Ríos valoran la iniciativa que permitirá contar, por primera vez, con una herramienta técnica que integre gastos monetarios en bienes y servicios, como el tiempo no remunerado que las familias dedican a su cuidado.
- De este total, $ 383.267 equivalen al costo en bienes y servicios y $211.616 al costo del tiempo no remunerado que madres, padres y cuidadores destinan a la crianza.
¿Cuánto cuesta criar en Chile? Esa fue la pregunta que motivó al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, con apoyo de UNICEF, a elaborar por primera vez una Canasta de Crianza, un estudio que busca poner en cifras el esfuerzo económico y de tiempo que realizan las familias al hacerse cargo del cuidado de niños, niñas y adolescentes.
El informe no solo mide los gastos monetarios en bienes y servicios, sino también el tiempo no remunerado que madres, padres y cuidadores destinan a la crianza. Para ello se utilizaron datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF 2021–2022) y de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT 2023), en un trabajo acompañado por una mesa técnica donde participaron el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Los resultados muestran que criar implica un fuerte impacto en los presupuestos familiares: dependiendo de la edad del hijo o hija, el gasto total del hogar puede aumentar entre un 27% y un 31% en comparación con un hogar sin niños. El primer hijo concentra la mayor parte del costo, mientras que los siguientes demandan menos recursos porque ciertos gastos pueden compartirse.
La Seremi de la Mujer y la Equidad de Género en Los Ríos, Francisca Corbalán, destacó la importancia de este estudio señalando que “por muchos años escuchábamos decir que nuestras madres no trabajaban, cuando no tenían un trabajo remunerado, pero sí se dedicaban a criar y a las labores propias de nuestros hogares. Con este estudio hoy conocemos el costo real de lo que significa criar un hijo para mujeres, jefas de hogares monomarentales o para las familias en general. Además, en regiones como la nuestra, probablemente este costo se ve incrementado por el mayor costo de la vida en algunas áreas”. Asimismo, la autoridad recalcó lo planteado por la Ministra de la Mujer, Antonia Orellana, afirmando que esta herramienta técnica será una referencia considerable para fijar las pensiones de alimentos de niñas, niños y adolescentes.
Por su parte, el Seremi de Desarrollo Social y Familia en la región, Rodrigo Baeza, agregó que “la protección social es fundamental a la hora de hablar sobre la carga del cuidado y crianza, tanto en costos como en tiempo; por eso políticas como Chile Crece Más y el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados son tan relevantes, porque estas labores recaen en las familias y, especialmente, en las mujeres, pero la crianza debe entenderse como una inversión social, no solo como una responsabilidad privada. Los niños necesitan apoyos multidimensionales, por lo tanto, es trascendental que el desarrollo y bienestar sea visto desde un punto de vista garante como sociedad, y continuar fortaleciendo las políticas públicas en materia de infancia y niñez”.
En promedio, el costo mensual de la crianza alcanza los $595.000. De este total $ 383.267 equivale al costo en bienes y servicios y $211.616 al costo del tiempo. Sin embargo, la cifra varía considerablemente según la etapa del desarrollo. En la primera infancia, más de la mitad del presupuesto corresponde al tiempo de cuidado. Por ejemplo, para un niño o niña de 0 años, el gasto equivale a $369 mil en tiempo y $366 mil en bienes y servicios. En cambio, en la adolescencia, el peso recae principalmente en los bienes y servicios: entre los 14 y 17 años, el costo mensual asciende a $418 mil en productos y solo $68 mil en tiempo.
En términos absolutos, los extremos de la infancia marcan la diferencia: criar a un niño de 2 años cuesta en promedio $709 mil mensuales, mientras que, en la adolescencia, a los 15 años, el gasto desciende a $485 mil.
¿Por qué es importante contar con una Canasta de Crianza?
La Canasta de Crianza entrega una estimación clara del esfuerzo económico y de tiempo que enfrentan las familias al criar a niños, niñas y adolescentes y permite contar con un insumo central para fortalecer las políticas públicas de infancia. Entre otros aspectos permite:
- Fortalecer la protección social: al dimensionar con precisión el esfuerzo que hacen las familias, se pueden diseñar transferencias y servicios que alivien esa carga, especialmente en contextos de pobreza y vulnerabilidad.
- Orientar de forma más eficiente la oferta pública de apoyos y servicios: la Canasta de Crianza muestra cómo varía el costo de criar según la edad de los niños, la composición familiar y las condiciones socioeconómicas. Esto favorece un enfoque diferencial, esencial para avanzar hacia políticas de cuidado universales, accesibles y equitativas.
- Visibilizar el valor económico del tiempo de cuidado no remunerado: al poner en evidencia un aporte fundamental que no suele registrarse en la economía formal, se refuerza la necesidad de políticas que redistribuyan las responsabilidades de cuidado y promuevan la corresponsabilidad.
- Respaldar demandas de pensión de alimentos: la Canasta de Crianza ofrece una herramienta técnica y objetiva para fundamentar ante tribunales el costo real de criar a un hijo/a. Esta estimación clara y documentada incluye tanto los gastos directos —alimentación, educación, salud, transporte— como el valor económico del tiempo de cuidado, fortaleciendo los argumentos de madres y representantes legales.
- Reforzar la visión de la crianza como inversión social: los niños y niñas serán quienes sostendrán las economías y sistemas de protección social en el futuro. Valorar la crianza permite reconocer que no es solo una responsabilidad privada, sino una inversión con altos retornos para toda la sociedad.













