La Policía de Investigaciones de Valdivia informó del fallecimiento de Dubrovnik’s Anker, un ejemplar canino de 13 años que se desempeñó por más de ocho años en la Brigada Antinarcóticos. Su destacada labor en la detección de drogas en la Región de Los Ríos y otras zonas del país permitió incautar cargamentos valorados en más de 8 mil millones de pesos, consolidándose como un ícono en la lucha contra el narcotráfico.
La Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de la PDI en Valdivia comunicó el fallecimiento de Anker, un ejemplar canino que sirvió a la institución por ocho años en la detección de estupefacientes. El perro, de 13 años de edad, murió el domingo 21 de septiembre por problemas de salud propios de su avanzada edad, rodeado por funcionarios de la PDI que lo acompañaron en sus últimos años de vida.
Dubrovnik’s Anker, un nombre que evoca su linaje, nació el 9 de marzo de 2012 en Santiago. Desde cachorro, mostró un gran potencial para el trabajo investigativo, lo que le permitió ser aceptado en la Brigada de Adiestramiento Canino. Su primer destino fue la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de Calama en agosto de 2012, donde a temprana edad ya lograba sus primeros hallazgos de drogas en vehículos y domicilios.
Su traslado a Valdivia en agosto de 2013 se produjo después de que su compañero y guía falleciera en un acto de servicio. En la Región de Los Ríos, su labor se hizo notar durante siete años, sirviendo de apoyo fundamental para los equipos de la PDI de Valdivia y La Unión. Su fama y eficiencia trascendieron la región, colaborando también con otras Brigadas Antinarcóticos del país en ciudades como Talca, Chillán, Temuco, Villarrica, Osorno, Puerto Montt y Chiloé.
Anker se distinguió por su olfato infalible, lo que le permitió incautar a lo largo de su carrera un impresionante cargamento de sustancias ilícitas. Las cifras oficiales dan cuenta de un total de 547 mil dosis de cannabis sativa, 5 millones 760 mil dosis de cocaína base, 36 mil dosis de clorhidrato de cocaína, 40 dosis de LSD, 57 dosis de éxtasis y 32 dosis de metanfetaminas. El valor total de estas incautaciones superó los 8 mil millones de pesos, un testimonio de su inestimable contribución a la seguridad pública.
Tras ocho años de servicio, Anker dejó la institución durante la pandemia. Su trabajo fue reconocido tanto por la PDI como por el Gobierno de Chile, recibiendo una medalla por sus distinguidos servicios a la comunidad. Al momento de su deceso, el ejemplar canino se encontraba en situación de retiro, habiendo cumplido su ciclo de servicio a la nación.
