CONAF donó 143 plantas a la Universidad Austral de Chile para su proyecto debosque comestible


La iniciativa busca fortalecer la educación ambiental y la restauración ecológica en el
sur de Chile. La plantación se realizará en el Fundo Teja Norte, con especies nativas
entregadas a estudiantes de Ingeniería Forestal.
En el marco del Día Mundial del Medioambiente, la Corporación Nacional Forestal (CONAF)
entregó 143 plantas nativas a la carrera de Recursos Naturales-Ingeniería Forestal de la
Universidad Austral de Chile (UACh), en el contexto de un proyecto de bosque comestible
que se está implementando en el Fundo Teja Norte, en la ciudad de Valdivia.
La jornada forma parte de una alianza entre CONAF y la UACh que busca promover la
educación ambiental, la conservación del patrimonio forestal y la gestión sustentable de los
ecosistemas del sur del país. Se espera que durante el segundo semestre se desarrollen
nuevas actividades en sectores rurales cercanos a Valdivia, incluyendo talleres dirigidos a
escuelas y comunidades locales.
Un bosque comestible es un tipo de sistema de cultivo diseñado para imitar la estructura y
funcionamiento de un bosque natural, pero compuesto mayoritariamente por plantas que
producen alimentos, medicinas u otros recursos útiles para las personas.
Entre las especies de plantas nativas, se encuentran el tiaca (Caldcluvia paniculata), ulmo
(Eucryphia cordifolia), tineo (Weinmannia trichosperma), avellano (Gevuina avellana),
chupón (Greigia sphacelata), mañío de hojas punzantes (Podocarpus nubigenus), murta
(Ugni molinae), pelú (Sophora cassioides), quillay (Quillaja saponaria), araucaria (Araucaria
araucana), chaquihue (Crinodendron hookerianum), matico (Buddleja globosa) y huevil
(Vestia foetida), las cuales fueron entregadas a estudiantes para que pudieran distribuirlas
en los espacios definidos por las y los profesores de la Facultad de Ciencias Forestales y
Recursos Naturales, institución que lidera este proyecto.
El director regional de CONAF, Arnoldo Shibar, destacó la instancia y agregó que “estos
ecosistemas -de bosques comestibles-, son mucho más robustos y capaces de recibir
alteraciones y adecuarse a ellas, pero también son una tremenda fuente de alimentos para
la fauna de la zona, porque evidentemente tienen una mejor distribución de cada una de las
acciones asociadas a cada uno de los sistemas. Estamos contentos de poder aportar en
este proyecto y esperamos que este también sea un piloto que podamos replicar en otras
comunas de la región de Los Ríos”.

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