de las áreas verdes
Este miércoles 30 de abril, la Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente,
en conjunto con la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral
de Chile, realizó una nueva conmemoración del Día Internacional de
Concientización sobre el Ruido, con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre
los efectos del ruido ambiental en la salud y promover el cuidado de los espacios
naturales urbanos como refugios de tranquilidad.
Valdivia, 30 de abril, 2025-. Las fuentes de ruido ambiental en las ciudades, son un
fenómeno en constante incremento que provoca estrés, altera los patrones de sueño y, a
largo plazo, puede provocar distintos efectos en salud. Frente a este escenario, resulta
relevante abordar de manera integral la planificación urbana: desde la promoción del
transporte público y modos de movilidad sustentable hasta la incorporación de barreras
acústicas y diseño de vías de baja emisión sonora.
Es por ello que este año, la conmemoración en la región sobre el ruido tuvo un énfasis en
las posibilidades que nos entregan las ciudades para minimizar este impacto, a través de
espacios de áreas verdes.
El Seremi del Medio Ambiente, Alberto Tacón, se refirió a ello destacando que, “en la
ciudad de Valdivia podemos apreciar entornos rodeados de áreas verdes que contribuyen
al bienestar de las personas. Estos espacios funcionan como infraestructura verde que
permiten generar, no solamente servicios ecosistemas como la depuración del agua lluvia,
sino también mitigar la contaminación atmosférica y acústica. Estos son lugares
tranquilos, en que el nivel de ruido es muy bajo, donde tenemos espacios de libre acceso
en que a través de la contemplación de la naturaleza nos brinda bienestar”.
El estudio Mapa de Ruido de Valdivia, desarrollado por la Universidad Austral de Chile en
2015, reveló que la percepción de calidad de los espacios verdes está estrechamente
ligada a su paisaje sonoro. Los visitantes valoran significativamente más aquellos parques
y humedales donde predominan sonidos naturales —canto de aves, fluir del agua y
murmullo del viento entre los árboles— frente a aquellos expuestos al bullicio vehicular.
Según el mismo informe, la mayoría de los encuestados considera prioritario proteger las
áreas con baja contaminación sonora y promover acciones que mejoren el entorno
acústico de sus zonas verdes. Estos resultados apuntan a que la gestión del ruido no solo
debe mirarse como un problema de contaminación, sino como una oportunidad para
reforzar el bienestar colectivo a través de la conservación del silencio activo de nuestros
espacios naturales.
El experto en ruido y Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad
Austral de Chile, Enrique Suárez, refirma lo anterior. “Todas las ciudades tienen un
problema de ruido por tener tránsito, que es natural en el funcionamiento urbano. Sin
embargo, en los espacios como áreas verdes, en el caso de los humedales, por ejemplo,
tenemos espacios donde los niveles de ruido son menores y donde los sonidos
contribuyen también al bienestar, la apreciación que podemos tener de la naturaleza y de
un entorno natural, tienen efectos conocidos que son positivos para la salud mental”.
Valdivia se distingue por su red de humedales, zonas que, además de ofrecer refugio para
la flora y fauna, actúan como “sumideros acústicos” al atenuar las frecuencias generadas
por el tráfico y otras actividades humanas. La protección y restauración de estos
ecosistemas permite reforzar sus servicios ecosistémicos —hídrico, biológico y acústico—
y aporta directamente a la salud mental y emocional de la ciudadanía al brindar “espacios
de tranquilidad” dentro del entorno urbano.